Vamos hacia algún lugar.
El mar nos va llevando.
El viento me lleva a mi.
Cuanto dolor,
pesar
del peso
de la montaña que veo desde aquí.
¿qué hay tras de ella?
¿un gato con sus garras listas
o el lomo del perro fiel?
Dime que no te vas a perder
entre las dunas de este mar,
que no te vas a secar de tanta sal.
No te hundas amor,
no dejes que los peces te chupen los dedos,
flota,
mira hacia arriba,
pidele al viento que te haga volar...
quizá volemos juntos,
y si no, estarás seguro en el viento
que no mata,
da oxígeno
a tus pulmones humanos.
No eres un pez.